Adem\’as de ret\’oricas « ? a d\’onde va este mundo?» y « ? hasta cu\’ando va a durar?» me surgieron algunas preguntas: ? a d\’onde llevar\’an Oeste de su alabado el liberalismo y la tolerancia, y a que lleguemos nosotros, en su intento de imitar «los pa\’ises civilizados»? Hace un par de semanas de Estocolmo «sorprendi\’o a todo el mundo la noticia de que en uno de sus barrios de migrantes han quemado cerca de 100 coches. «Понаехавшие» aterrorizan la ciudad unos d\’ias, tuvo que llamar a la caballer\’ia de la polic\’ia de ciudades vecinas. La gente normal se han asustado, y esos expertos pues, hac\’ian callar, asintiendo con la cabeza en los estados vecinos. Para los parisinos, por ejemplo, con la violencia ya est\’an produci\’endose. Actos de vandalismo convienen a los extranjeros o sus descendientes, descontento con su situaci\’on en el pa\’is, donde ellos o sus padres llegaron en busca de la mejor parte. Esto ha llevado a que el centro de la principal ciudad de la Francia de su salida cristianas habitantes: la mentalidad de los forasteros no se han estrechado. Muchos creen que la pol\’itica migratoria de Europa se encontraba en un callej\’on sin salida sin salida, que hasta que no ven. Observadores de la sociedad y de la pol\’itica se dividi\’o en dos partes: unos creen que es necesario endurecer la actitud hacia las personas procedentes de otros pa\’ises y utilizar en contra de ellos «adecuadas» las medidas, otras que es necesario establecer di\’alogos de culturas y tratar de entender a la otra parte. Por cierto, sobre ese futuro ya escribi\’o un escritor ruso en la novela «la Mezquita de Notre Dame, 2048». Se convirti\’o en un \’exito de ventas en Rusia, pero no en Francia. En el libro se trata de que Francia ser\’a el basti\’on de los musulmanes, y a la famosa catedral se convirti\’o en una mezquita. Y qui\’en es el culpable? No si el liberalismo, el que luch\’o por los derechos de cualquier persona? Libertad para sus ritos, las costumbres, los derechos econ\’omicos, sociales y culturales requieren de los migrantes y sus demandas se traducen en una protesta. Las diferentes minor\’ias quejan de la discriminaci\’on y la prohibici\’on de la propaganda de su moral. Los devotos de los gays y las lesbianas han salido de la clandestinidad y ya abierta, tratando de luchar con los «prejuicios», la verdad, hasta ahora s\’olo pac\’ificas manifestaciones Sabes, de todos modos es sorprendente ver como la Europa cava su propia tumba esta es la «tolerancia», al amparo de la convenci\’on de derechos humanos. Mientras tanto, el mundo cristiano en el casco Antiguo de la Luz se descompone poco a poco el Video «Primer Canal»
Caterina Matveeva, «Vladivostok»