Ayer, en la isla de Rusia fue inaugurado solemnemente una nueva escuela. La escuela, que durante mucho tiempo ha estado esperando. — Es un d\’ia especial, sobre todo para los ni~nos — dijo el alcalde Igor Pushkarev en la regla en el D\’ia de los Conocimientos. — Estamos abriendo una nueva escuela con un estadio, salas de gimnasio, comedor, habitaciones amuebladas y un garaje. Es simb\’olico que la escuela est\’a situada cerca de todos los otros nuevos campus de la Universidad Federal del Lejano Oriente. Deseo que sus hijos est\’an bien estudiados, tiene un gran conocimiento de todos ellos eran capaces de ir a la universidad, me gradu\’e, y luego trabaj\’e y transform\’e el Vladivostok. La administraci\’on de la ciudad ha dado a la escuela un nuevo autob\’us n\’umero 5 que dar\’a continuidad a las actividades de los estudiantes que viven lejos de la escuela, as\’i como una pizarra interactiva. La escuela est\’a dise~nada para 120 personas, pero aprender que s\’olo tiene 52 hijos. — Antes, cuando la isla viv\’ia una familia de militares, tuvimos grandes clases, a veces ni siquiera suficientes asientos. Ahora tenemos a 10 — € y 11 — ¬ m clases para una persona. As\’i que chicos tienen que prepararse seriamente para la experiencia — Espero que no pide, no tiene que — sonriente profesora de lengua y literatura rusa Elena Kazakova. — Pero es s\’olo a los padres felices. Y una nueva escuela todo el amor — tan ligero y c\’omodo. Pero en las escuelas de primaria y secundaria tienen m\’as alumnos: en el quinto a sexto — de 6 ¬ 7 ni~nos, y en el primer grado este a~no ya ha llegado a 12 estudiantes. — Me invitaron a trabajar en el nuevo centro m\’edico, y se traslad\’o a la isla rusa — dijo la madre de uno de los estudiantes en la escuela Svetlana Olesik. — Los estudios de Ilya hijo en cuarto grado. En el pueblo de Kirov, donde viv\’iamos antes, en la clase con 28 alumnos, y est\’a a s\’olo 8. Esta es una muy buena cosa, porque ahora mi hijo prestar\’a m\’as atenci\’on y espero nos dar\’a m\’as conocimientos. El resto de los residentes de la isla, Esperanza Nikolaevna, este a~no en el sexto grado fueron al nieto, y la primera clase llev\’o a su hija adoptiva Angelina. — Hemos estudiado toda la familia en la escuela — dijo Nadezhda — termin\’o mis cinco hijos, ahora est\’a estudiando nieto y una hija adoptada. Por supuesto, la vieja escuela era un amor, pero la nueva escuela ya es muy bueno. Y aqu\’i hay otra Svetlana, tambi\’en vive en la Federaci\’on de Rusia, el a~no pasado, Vick llev\’o a su hija a la escuela en el continente. — Ahora que construy\’o un nuevo edificio, se decidi\’o trasladar al ni~no a la escuela. Sobre todo porque vivimos muy cerca de ella.
Karina Pozdniak, el peri\’odico «Vladivostok»