Pide a un amigo, lo que estaba haciendo, y con frecuencia le lanza una agria «normal», que tras un nuevo interrogatorio, la historia terrible experiencia y la aventura sombr\’io. As\’i que mirar alrededor en todo lo que es vista disponibles, y llegan a la conclusi\’on: no hay felicidad en la vida. Un ala exprimido en coche, y el otro luch\’o sin \’exito ayer, el tercero hace las reparaciones en el apartamento, y esto es mejor no preguntar. El cuarto de inmediato, el quinto m\’edico que — dijo algo desagradable. Sexta no ocupan probablemente ya que Por supuesto, hay quienes s\’olo hablan de la forma en que lo tienen todo en la vida sin problemas y con seguridad, y lo que son cool, eso es, por ejemplo, una llamada de tel\’efono — y todos ellos ser\’an resuelto. Estos peor que imposible.?D\’onde est\’a, esta alegr\’ia se esconde?En qu\’e arbusto mirar para ella, en la que un barranco o una zanja?Cuando la tarjeta para darle??A qu\’e profundidad se entierra?Y?c\’omo se sabe entonces que esta alegr\’ia es real y no falso lo ¬ nunca. Parece divertido, pero con un amargo ¬, desagradable, que es exactamente el pelo en una chuleta o un cad\’aver en el pozo, de la que acaba de tener. Desde un punto de vista puramente financiero, la alegr\’ia y la tristeza — es la electricidad que fluye al cerebro y, al igual que el gato de Pushkin se destina a la derecha — la canci\’on comienza, la izquierda — un cuento dice. Justo aqu\’i, por ejemplo, el \’area de dolor y rabia. A la izquierda — la zona de la alegr\’ia y el placer. Y la electricidad vagar a trav\’es de estos corredores, como Teseo en el laberinto. Lo extra~no, pero le dar\’a un boleto en el mismo lugar en el cerebro, en uno de sus talleres, donde se encuentra la cabeza de toda la planta. La producci\’on es simple: a partir de una prima, que es la experiencia humana, los sentimientos y las emociones hervir. Y resulta que la tienda oscuridad — lo m\’as importante. Una tienda de alegr\’ia — par\’asitos, como rara vez ha conocer a personas que celebran la vida. Pero es desde el punto de vista material. A nivel familiar, la situaci\’on es la siguiente: ir a la ciudad, la zona de los r\’ios Primero, yardas. Pavimento. El hombre sin hogar que se sienta en la acera — una barba polvo, chaqueta, que — que la tierra y con la misma cara de color. Fui — que extiende sus manos para m\’i: una botella de vodka en la otra — queso fundido «ruso», ya ha mordido. — La combinaci\’on perfecta!- Exclama el hombre peque~no, y contin\’ua a devorar el segundo, apret\’o primero. Y me di cuenta de que en este mundo por un momento hab\’ia una persona muy feliz, que descubri\’o los restaurantes incre\’ibles, t\’andem cerveza. Y en su tienda, con j\’ubilo marcados martillos rechinaron napilnichki, y bajo el ruido ensordecedor de la m\’aquina iba a nacer en la pura alegr\’ia pr\’istina mundo. Qu\’e poco es una persona necesita para ser feliz. Y tenemos, mantenimiento, como de costumbre, repulsivo, fangosa y perpetua. No sabemos c\’omo se regocijan. No, no s\’e c\’omo.
Sergei Petrachkov, el peri\’odico «Vladivostok»